jueves, 8 de octubre de 2009

Lima, ciudad letrada

"Las prácticas letradas" crean hábitos y valores (Cassany, 2008). Una práctica letrada es cada una de las maneras con que usamos la lectura y escritura en la vida cotidiana en cada comunidad (Zavala, 2008). Lima es una ciudad letrada, es decir, está llena de textos que se pueden observar en cada calle, en cada esquina, en cada paradero en forma de letreros, carteles, direcciones en las casas, volantes, publicidad, entre miles de formas de expresión visual pública que captan la atención de quien cruza la calle. Pero Lima es habitada por personas de todas partes del país que traen consigo culturas diferentes (cultura entendida como lengua, costumbres, ideologías, folklore, etc.), por ende los textos y las prácticas letradas asociadas a estos se restringen a algunos (es decir, castellanohablantes letrados), otros empiezan a familiarizarse (bilingües, aprendientes del castellano oral y escrito) y algunos simplemente nunca tienen acceso a estas prácticas por ser no castellanohablantes iletrados.

Este no acceso a las prácticas letradas en las calles de Lima no obedece a una "cultura inferior", si no más bien es cuestión de diferencias en los hábitos que se desarrollan en una comunidad. Muchas de las lenguas vernáculas que se hablan en nuestro país (quechua, shipibo, aguaruna, etc.) son orales, no tienen tradición escrita como los occidentales, excepto por algunas gramáticas que existen como parte de preveención a la no extinción de éstas o con el afán de evangelizar en la misma lengua, en su mayoría gramáticas realizadas por el ILV. Eso no las hace ni mejores ni peores que otras culturas. Sencillamente, al no poseer esta tradición escrita no la practican, no les es familiar, no es uno de sus hábitos. Quizá más bien una de sus prácticas (no letradas) sea el expresarse mediante adivinanzas con mucha facilidad en la que se metaforice la realidad o el contexto, cosa que un occidental no haría espontáneamente, no por eso este último debe ser visto como inepto. Es cuestión de hábitos y valores, como bien menciona Cassany.

Volviendo a los textos que son parte de las prácticas letradas en Lima encontramos una variedad infinita de carteles y letreros informativos tanto en instituciones como en la vía pública, en las carreteras, en las casas, entre otras. Somos más autónomos en la selva de cemento que antaño, ya no es tan usual ir preguntando por una dirección que no conocemos. Si bien la investigación de los eventos letrados con estos textos es bastante difícil de realizar, se puede hacer reconstruyéndolos. ¡A ponerse las pilas!

No está demás decir que el limeño, y el peruano en general, es muy creativo, original y siempre encuentra un espacio físico donde escribir.

Aquí algunos ejemplos:

- En un ascensor



- En las afueras de una casa
(obviar las faltas ortográficas)




- Publicidad




- En un poste




Continuará...

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