Hace más de un año hablaba en un post sobre el análisis del discurso y su aplicación en la vida diaria. Pues bien, no se puede concebir al lenguaje sin la Gramática Universal (GU), ese aspecto interno y abstracto que todos nosotros poseemos y del que hacemos uso todos los días y a cada instante. Lo usamos, en el mayor de los casos, para hacer valedera una de las funciones del lenguaje: la comunicación.
Es muy fácil comunicarnos con las personas cuando manejamos un mismo código y estamos en el mismo contexto físico. Debería ser la comunicación “perfecta e ideal” que permite una interacción completa, tanto a nivel oral, gestual, visual y todo lo pragmáticamente inteligible. Digo debería porque no necesariamente es así. Muchas veces terminamos diciendo cosas que son malinterpretadas por el que escucha, pregunta acertada ¿quién comete el “error”? Pues bien, la pragmática tiene la respuesta, nuestra GU internamente formula el enunciado gramatical pero es el hablante quien decide cómo expresarlo, usando por ejemplo: la cortesía mediante una orden, una petición, entre otros. Por otro lado, nuestra receptividad y comprensión de los enunciados van a estar sujetos al contexto de la conversación, o en específicamente, del tema. Generalmente, no se evalúa la gramaticalidad de los enunciados si no lo que subyace a estos, su significado.
Es muy fácil comunicarnos con las personas cuando manejamos un mismo código y estamos en el mismo contexto físico. Debería ser la comunicación “perfecta e ideal” que permite una interacción completa, tanto a nivel oral, gestual, visual y todo lo pragmáticamente inteligible. Digo debería porque no necesariamente es así. Muchas veces terminamos diciendo cosas que son malinterpretadas por el que escucha, pregunta acertada ¿quién comete el “error”? Pues bien, la pragmática tiene la respuesta, nuestra GU internamente formula el enunciado gramatical pero es el hablante quien decide cómo expresarlo, usando por ejemplo: la cortesía mediante una orden, una petición, entre otros. Por otro lado, nuestra receptividad y comprensión de los enunciados van a estar sujetos al contexto de la conversación, o en específicamente, del tema. Generalmente, no se evalúa la gramaticalidad de los enunciados si no lo que subyace a estos, su significado.
A partir de esta comunicación verbal y física, a la que hemos estado expuestos desde pequeños y que no es ideal, me pregunto ¿qué esperamos de la comunicación virtual? Es un hecho que esta existe. Casi toda nuestra vida está llena de ella. Pertenecemos a diferentes redes sociales que nos envuelven y hacen que cada día seamos “expertos” en este tipo de comunicación escrita, llena de íconos, de mensajes directos e indirectos. Cuando conocemos a la persona con la que hablamos, por ejemplo en el messenger o por correo electrónico, podemos imaginarlo (a) dando el mensaje oralmente. ¿Qué sucede cuando sencillamente no conoces a esa persona? ¿Sólo sigues el juego? Intentas en tu mente y quizá desde tu conveniencia, darle tono a esos mensajes perpetrados en la pantalla de tu pc, laptop, iphone, celular, etc. Pregunta para la reflexión ¿Con quién hablas: con la pantalla o con un ser humano?
Y como siempre, una pastillita algorítmica para acompañar el post!
1 comentario:
Es curiosos pero sin conocerte en persona siento com osi t conociera bastante tiempo (y tambien) siento que nos entendemos... Diremos pues que es una cuestion de entornos, los que nos conducen a ser de determinadas maneras, en los cuales la GU de cada uno pueden entenderse. Además está el hech ode saber expresarse. Definitivamente la comunicación es el fenómeno más apasionante e interesante que podemos estudiar que tenga implicancia directa con nuestro cotidiano vivir. Mis felicitaciones por el blog. Gracias x la cultura.
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